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Sabías que los nombres de las facturas son armas de propaganda anarquista ?

factuas

Cuando eligieron los nombres para identificar a los distintos tipos de facturas que se fabrican en la Argentina, los trabajadores panaderos aprovecharon para burlarse de los elementos de poder que despreciaban como la iglesia, el ejército o la policía. Por eso tienen nombre como: vigilantes, suspiros de monja, sacramentos, cañoncitos, bombas de crema, bolas de fraile o libritos.

Esto fue así porque uno de los primeros trabajadores de Argentina que se agruparon en gremios fueron los panaderos y entre ellos había varios anarquistas que llegaron al país provenientes de Europa.

Para fin del siglo XIX, Ettore Mattei un italiano residente en Argentina, creo  la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos. Ubicada en Buenos Aires, se convirtió en el primer sindicato del rubro y contaba con un perfil ideológico anarquista. Luego de una huelga en el año 1888 que duró dos semanas, para poder plasmar su disconformidad con algunas esferas de la sociedad, decidieron manifestarlo en el nombre de las facturas.

Vigilante: una de las facturas más populares nace como una burla a las fuerzas policiales.

 

Cañoncitos: estas facturas que suelen estar rellenas con dulce de leche y espolvoreadas con azúcar impalpable son las favoritas de muchos. Su significado oculto es bastante similar al de los vigilantes, ya que apunta contra las fuerzas armadas como burla a los cañones del ejército.

 

Bolas de fraile: La denominación previa era “borlas de fraile”, que alude a una parte de la vestimenta eclesiástica que tiene forma similar a la factura. Tan solo con sacarle una letra llegaron a titularlo como “bolas de fraile”, refiriéndose a los testículos de los sacerdotes y luego derivó en “suspiros de monja”, para terminar de evidenciar el mensaje que querían dar. También vinculados a la iglesia, están los sacramentos.

 

Además hay «bombas» que pueden ser rellenas de crema o dulce de leche.

 

Libritos: Masa plegada de manera tal que parece un texto de lectura.

 

El propio término «facturas» está cargado de significados. Su uso fue utilizado para referirse a todas las producciones de los panaderos, de forma tal que los miembros del sindicato «llamaran subversivamente la atención sobre el valor de su trabajo».

 

Por su parte, el nombre de las medialunas tiene un origen más antiguo. Se remonta a 1529 y representa una blasfemia contra el Islam. Viena estaba sitiada por ejércitos turcos y ellos crearon la medialuna como elemento provocador: era una especie de pizza con la forma del símbolo musulmán y se asomaban a la muralla masticándolas.

 

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