Es uno de los objetos más deseados entre los coleccionistas del mundo y en internet cotiza más que el oro.
Coleccionistas norteamericanos coinciden en que “las mayores rarezas de la Argentina ya no se encuentran allí”.
Se refieren al meteorito El Esquel, llamado “pallasite” por su composición de hierro pedregoso.
El Meteorito Esquel pasaba 755 kilogramos, fue hallado en 1951 en Bajada del Diablo en la meseta de Chubut donde habría caído entre los años 1927 y 1934 y años más tarde trasladado a Esquel. Se estima que los últimos fragmentos fueron llevados al exterior en los 90.
Piedra que cayó del cielo
A pesar de esto aún queda en el recuerdo de algunos vecinos, como el caso de Siplicia Gerez quien todavía guarda en su memoria cuando era niña que su padre mientras jugaban en el barrio Cañadón de Bórquez, le decía: – “hay que cuidar esa piedra porque cayó del cielo”.
Composición
El Esquel es 50% níquel-hierro y 50% olivino, una piedra cristalina verde semipreciosa. Cuando es cortado en láminas y pulido, es translúcido y excepcionalmente hermoso. Fue descubierto en 1951 y el interés reside en que retienen claves que nos permiten decodificar la historia del sistema solar primitivo, en la era que se formó el sistema solar y nuestro planeta hace más de 4 mil quinientos millones años.
Bajada del diablo
En 1951, un campesino descubrió el meteorito en Bajada del diablo en la meseta chubutense, mientras cavaba un agujero para instalar un tanque de agua. El meteorito fue trasladado a Esquel adquirido por buscadores y llevado a los Estados Unidos en 1992 por el traficante de meteoritos Robert Haag.
El hombre meteorito
Haag de origen estadounidense hizo varias expediciones por todo el globo con motivo de recoger fragmentos espaciales, en países como Chile, Argentina, Namibia, Australia, México, Egipto y Siberia.
Se trata de uno de los principales vendedores del mundo, poseedor de una de las colecciones de meteoritos, más importantes del mundo con piezas que pueden costar cifras que rondan incluso el millón de dólares.
En la Argentina fue detenido en una oportunidad acusado de remover rocas protegidas (el meteorito El Chaco de 37 toneladas).
Piezas elaboradas con incrustaciones del meteorito Esquel, entre las más bellas del mundo
Las rocas que caen del cielo tienen a la gente asustada y fascinada a través de la historia. En ellos generan inmediatamente la curiosidad y tienen mucha importancia científica. Muchos meteoritos son lo suficientemente pequeños y lo suficientemente atractivo para ser utilizados como gemas en el mismo estado en que cayeron del cielo. Otros son de hierro con aleaciones que se puede cortar y pulir en hermosas gemas o formar en las partes metálicas de la joyería.
A pesar de que estos materiales son extremadamente raros, por lo general se pueden comprar a un precio más bajo que algunas de las piedras preciosas más populares. Pero en el caso del Esquel, al encontrarse entre los de mayor calidad llega a cotizarse en Euros entre los coleccionistas y generan mayor interés para los científicos, los coleccionistas de meteoritos y minerales.
Pendientes de meteorito
Especialistas se encargaron de hacer una recopilación de diferentes objetos que tienen una extraordinaria belleza oculta dentro de meteoritos bestias. Son 27 objetos que están hechos de material de meteorito.
Allí se puede encontrar artículos elaborados con meteoritos encontrados en diferentes lugares del mundo, que se han utilizado para crear todo tipo de objetos, y se han extendido por todo el mundo. Entre ellos se destaca El Esquel.
Venta de meteorito Esquel
https://www.ebay.es/itm/163560972691
Campo de cráteres de Bajada del Diablo
El campo de cráteres de Bajada del Diablo es un conjunto de estructuras creadas por el impacto de meteoritos reconocidas en el sitio homónimo. Están ubicadas en la provincia de Chubut, en la Patagonia central argentina y se distribuyen en un área de dispersión de 27 x 15 km ubicada entre las localidades de Telsen y Gan Gan.
Se cree que posiblemente constituye uno de los campos conocidos de dispersión de cráteres que recibió el mayor número de colisiones simultáneas del planeta. Se trata de 189 cráteres de entre 100 y 400 metros de diámetro, y de entre 30 y 50 m de profundidad, formados por un impacto de meteorito ocurrido en algún momento hace entre 130.000 y 780.000 años.
Hipótesis sobre su formación
Los fragmentos no se distribuyen en una elipse de dispersión, como suelen ocurrir en este tipo de eventos de impacto de meteoritos: no hay evidencia clara de tal elipse sino que los cráteres distribuidos al azar por la zona. Esto da lugar a dos teorías sobre la formación de este campo de cráteres:
Que se haya tratado de un asteroide del tipo «pila de escombros», es decir, aglomerados de rocas aglutinadas por la mutua pero débil fuerza de atracción gravitatoria. Esto puede ocurrir cuando el choque de dos asteroides monolíticos se fragmentan a causa del impacto y agrupan como un conjunto de escombros. Al acercarse a la Tierra, el asteroide pila de escombros habría tenido como mínimo unos 200 metros de ancho y se habría disgregado por la acción de la más fuerte gravedad de nuestro planeta, lo que pudo haber dado lugar a una nube de escombros formada por cientos de fragmentos formando al chocar con la Tierra el campo de cráteres.
Que el causante haya sido el núcleo de un cometa compuesto por hielo, el que se habría fragmentando en el espacio cercano a la Tierra. Eventos como el que causó Bajada del Diablo también se han producido en tiempos históricos, como los de Tunguska (1908), Brasil (1930), de Sijoté-Alín (1947), el del Mediterráneo oriental entre Grecia y Libia (2002). Estos ejemplos fueron causantes de cataclismos mayores mayores que el provocado por la bomba atómica de Hiroshima. Sin embargo, ninguno de ellos produjo efectos devastadores comparables con los de Bajada del Diablo.