El hundimiento del submarino ARA SAN JUAN fue la mayor tragedia de la Armada Argentina en tiempos de paz y a más de 5 años de aquel suceso, las familias desgarradas por la desgracia lo viven con tanto o más dolor que aquel día, no solo por la ausencia de los 44 marinos fallecidos, sino además por la demora en la justicia reclamada.
En el caso de Enrique Emilio Wagner y Catalina Clar, son los padres Capitán de Corbeta (PM) Diego Manuel Wagner, uno de los 44 tripulantes del ARA SAN JUAN. Enrique y Catalina son de Olabarría y viajaron a Comodoro Rivadavia para agradecer a las personas que trabajaron para tratar de ubicar a su hijo y los demás tripulantes del ARA SAN JUAN. Luego llegaron a Trevelin para saludar a las personas que hicieron un homenaje a los mártires de aquel submarino. También estuvieron en Esquel donde también reclamaron justicia y saber que pasó aquel miércoles 15 de noviembre de 2017. Luego de haber escuchado varias hipótesis sobre el porqué se produjo el hundimiento, se preguntan “¿sabremos algún día que pasó?”.
A pesar de ser víctimas, los familiares fueron espiados ilegalmente durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri y si bien este ex funcionario fue procesado, luego fue sobreseído por la Justicia Federal.
Los familiares de las víctimas hoy revelan que antes del último viaje notaron que sus hijos estaban mal por cosas que conocen, pero que no pueden decir. Escuchá el testimonio de Emilio y Catalina, padres de un héroe y mártir de la patria.
El ARA San Juan, un submarino clase TR-1700, de 66 metros de largo y 3,6 de ancho, perdió contacto con la Armada a las 7.19 del miércoles 15 de noviembre de 2017. La nave había partido el 25 de octubre desde el puerto de Mar del Plata.
Al momento de su desaparición, el buque navegaba a la altura del Golfo San Jorge en Chubut, mientras patrullaba la zona para tratar de identificar buques que pescaban ilegalmente dentro del espacio marítimo argentino.
Los restos del submarino fueron informados oficialmente el 17 de noviembre de 2018 sobre el lecho marino, cerca de 800 metros de profundidad en el Atlántico Sur, a unos 500 a la altura de Comodoro Rivadavia.
Dos años más tarde fuentes de la Armada revelaron que la Fuerza conocía la ubicación del submarino hundido 20 días después de su desaparición. Fue el contraalmirante Enrique López Mazzeo, imputado en la causa, quien admitió que desde el 5 de diciembre de 2017 el gobierno de Mauricio Macri sabía en qué posición se encontraba el navío siniestrado con sus 44 tripulantes. Este, y otros tantos episodios hicieron que desde aquel 15 de noviembre de 2017 la desaparición de ARA San Juan haya consumido miles de fojas en los estrados judiciales.
Por el hundimiento en sí mismo, su búsqueda, pero también fue procesado el ex presidente Mauricio Macri por espionaje ilegal a los familiares de los submarinistas entre diciembre de 2017 y noviembre de 2018.
La causa principal tiene cuatro marinos procesados por incumplimiento de los deberes de funcionario público y estrago culposo agravado: Luis Enrique López Mazzeo (Comando de Adiestramiento y Alistamiento), Claudio Villamide (Comando de la Fuerza de Submarinos), Héctor Alonso (jefe del Estado Mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos y Oficial Evaluador del Alistamiento) y Hugo Correa (jefe del Departamento de Operaciones).
En tanto, la Cámara de Comodoro Rivadavia revocó los procesamientos de Eduardo Malchiodi (Mantenimiento y Arsenales) y Jorge Sulia (Logística) y dejó sin efecto el sobreseimiento de Jorge Alberto Marti Garro (jefe de Operaciones del Comando de Adiestramiento y Alistamiento). Con este pronunciamiento, se dio por acreditado que el submarino no había cumplido con los planes de mantenimiento programados para la nave.
La Cámara Federal porteña sobreseyó en julio de 2022 al expresidente Mauricio Macri y a los exjefes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de su gobierno, en el marco de la causa en la que se los investigaba por supuesto espionaje a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan. Los jueces de la sala 1.ª del Tribunal de Apelaciones consideraron que no se cometió delito alguno en la producción de informes de inteligencia en los que se incluyó información de los familiares de las víctimas del submarino que se hundió en 2017 y vincularon la “actividad desplegada” con la seguridad presidencial. El fallo –firmado por los jueces Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi– hizo foco en que no se habría cometido delito alguno en las avanzadas que cuidan el entorno completo de la seguridad presidencial. La decisión va en contraposición con lo que había afirmado el juez federal de Dolores, Martín Bava, al procesar a Macri.
El juez de Dolores había encontrado al expresidente responsable de permitir la realización de tareas ilegales sobre los familiares de los tripulantes del San Juan y de haber utilizado esa información para evitar que la imagen de su gobierno se viera afectada.
Decepción de familiares
La querella mayoritaria integrada por familiares de víctimas del submarino ARA San Juan expresó su «decepción» ante el fallo de la Cámara Federal porteña que sobreseyó al expresidente Mauricio Macri en el marco de la causa en la que se lo investiga por supuesto espionaje, y calificó la decisión como un «golpe judicial”.
«Lo vivimos con decepción. Es un golpe judicial que nos lleva a revivir la sensación ante cada parte diario falso, cada reunión con autoridades nacionales y cada falsa promesa» durante la búsqueda en 2017, señaló un comunicado de la querella firmado por las abogadas Valeria Carreras y Lorena Arias, representantes de las familias de tripulantes del ARA San Juan.
Y agregan: «Nos toca comunicar, a 50 meses del hundimiento del ARA San Juan, que, a pesar de haberlo vivido en carne propia, a pesar de las pruebas aportadas por la propia AFI, a pesar de ser un secreto a voces el espionaje ilegal del que fuimos víctimas, la justicia de Comodoro Py dio por tierra con todo eso». Asimismo, recordaron: “Luego de perder seres amados, padecieron la mentira, el ocultamiento, los traidores encubrimientos y la baja de celulares, con el borrado de todo archivo y recuerdo de los que ya no están, hasta ser el objetivo de una cámara de fotos disparada por el Estado-AFI, como si fuéramos ‘una amenaza para la seguridad nacional». «Con el mismo coraje y valor con que ellos salían a navegar en su amado submarino, así seguiremos esta lucha por verdad, justicia y la dignidad que merecemos».




