Durante la asamblea de trabajadores, se conoció la renuncia de cinco médicas del servicio de terapia intensiva del Hospital Zonal de Esquel. Con la situación actual, quedaron solamente dos médicos/as para atender ocho camas de terapia. La Dra. Valeria Echeverria fue quien dio a conocer estas renuncias.
Por su parte Evangelina Chamorro convocó a una pueblada para exigir una solución a esta situación de emergencia sanitaria.
El texto de las renuncias es el siguiente:
Sra. Ministro de Salud
Myriam MONASTEROLO S / D
Me dirijo a Ud. a los fines de presentar mi RENUNCIA INDECLINABLE desde
el día viernes 05 de mayo de 2023 al cargo de Médico de Terapia Intensiva del Hospital Zonal de Esquel, cargo que desempeño desde el año ****.-
Motiva la presente decisión, el hecho de que es física y moralmente imposible
desempeñar mis funciones de médico en la Unidad de Terapia Intensiva (en adelante UTI) del Hospital Zonal de Esquel (en adelante HZE) en el contexto de la violenta precarización de la Salud Pública de nuestra localidad de Esquel que su gestión a cargo del Ministerio de Salud está implementando, sin otra explicación posible que la evidente voluntad política de desmantelar el sistema de Salud Pública de nuestra comunidad.-
Afirmo ello, pues no existe otra manera de interpretar que Ud., que adolece de
toda formación médica, esté a cargo del Ministerio de Salud de la Provincia del Chubut.
Porque no hay otra forma de entender -sino por la voluntad deliberada de arrasar con el HZE- la violencia que el Ministerio a su cargo ha ejercido contra los médicos del Servicio de UTI en particular, pero contra todos los trabajadores del HZE en general, desde los compañeros del área de maestranza, pasando por mucamas, cocineros, enfermeras, médicos, bioquímicos, kinesiólogos, técnicos, hasta el último de los trabajadores de salud. Violencia que no sólo ha sido suya, sino fundamentalmente de su Jefe Político el Sr. Gobernador Mariano Arcioni, que dicho sea de paso, no ha tenido siquiera el interés de acercarse a nuestro querido HZE para interiorizarse de las degradantes condiciones en las que todos los trabajadores de la salud cumplimos a diario nuestras tareas por las políticas de ajuste y precarización que su gobierno aplica.-
Llegamos a esta situación, a causa de su formidable incompetencia para cumplir
con eficiencia sus funciones, que son principalmente las de mejorar el sistema de Salud Pública a través de la elaboración de políticas públicas, pero también solucionando los conflictos que se susciten en la órbita de la competencia del Ministerio. Pero Ud. no ha sido la única que no ha estado a la altura de las circunstancias. También ha quedado demostrada la impericia de las autoridades del HZE que evidentemente han estado más preocupados en mantener su posición de poder que en resolver las problemáticas que aquejan al personal que día a día le pone el hombro a un hospital que es asediado por mercaderes de la política como Ud. y el séquito de funcionarios que la han secundado en
sus acciones destructivas contra el HZE.-
Hace años que venimos advirtiendo a las diferentes autoridades sanitarias de la
provincia, y fundamentalmente del HZE, que estábamos cumpliendo funciones en condiciones de extrema precarización laboral, con poco personal médico en la UTI que generaba una sobrecarga de trabajo inaguantable para cualquier ser humano, con salarios tan bajos en comparación con otros colegas de las unidades de terapia intensiva del resto de la provincia que ni Ud. sabía a ciencia cierta cuales eran y cuánto cobrábamos de bolsillo los intensivistas de Esquel; y hace años también que le veníamos advirtiendo a las diferentes autoridades sanitarias que de no resolver la situación nuestra cabeza explotaría. Finalmente sucedió. ¿Cuál fue su respuesta? Acusarnos de extorsionadores, de abandonar a los pacientes. A nosotros, que durante la crisis de Hantavirus y la pandemia por COVID seguimos trabajando exponiendo nuestra salud y la de nuestra
familia mientras Ud. seguramente permanecía en su vivienda gozando de los privilegios que la actividad política le brindaba -le brinda-. A nosotros, que cumplimos jornadas interminables de guardias en las peores condiciones laborales que Ud. pudo crear, por sueldos que no se condicen con nuestra responsabilidad mientras Ud. casi sin esforzarse y por realizar un pésimo trabajo (a juzgar por el estado general de la Salud Pública en la Provincia del Chubut y particularmente en la Ciudad de Esquel) goza de un sueldo de privilegio (por los resultados de su trabajo, cualquier sueldo que Ud. perciba es de privilegio). Ud ha tenido el descaro, al igual que el Dr. Carlos Winter de afirmar sin
ponerse colorados que el Servicio UTI de la ciudad de Esquel se encuentra cubierto habiendo designado a la Dra. Garrido y a la Dra. Laborde como médicas del Servicio UTI. Dejeme decirle que no existe altruismo en ambas profesionales, sino una conducta de una temeridad fabulosa, pues carecen de toda idoneidad para estar en el servicio.
Permítanme apuntarle, que la Dra. Garrido, en épocas de pandemia trabajaba en clínica médica y se negaban a intubar pacientes afirmando a viva voz que no estaba capacitada para hacerlo y que no sabía manipular un respirador. Nadie sabe dónde estaba la Dra.
Laborde, por lo que presumimos estaría en alguna oficina haciendo vaya uno a saber que. No se garantiza el servicio de terapia intensiva acudiendo a los médicos de guardia para que atiendan pacientes alojados en la UTI toda vez que los galenos que se desempeñan en las unidades de cuidados intensivos sólo pueden dedicarse a los pacientes allí internados por ser un servicio crítico. Tampoco manteniendo a la UTI sin la figura de ‘Jefe de Servicio’, cuando ello es obligatorio dado que como dije, es un servicio crítico. Ésas son las medidas que Ud. ha tomado y por las cuales afirma está garantizado el funcionamiento de la UTI. Su comportamiento es cuasi criminal. Uds. Sra Ministro, son sin lugar a dudas la destrucción de la Salud Pública hecha carne y hueso.-
Fue Ud. quién brindó una conferencia de prensa penosa en el HZE, donde dejó al
desnudo su profundo desconocimiento de los salarios de los médicos intensivistas, pero más grave aún, su dolorosa ignorancia respecto del funcionamiento del hospital en su totalidad, de su compleja problemática y de las profundas falencias que padece. Se condujo con un grado de desinformación, arrogancia e improvisación que ha dejado atónitos no sólo al personal de salud, sino a la comunidad toda.-
Fue también Ud. quién envió al Dr. Melgarejo, Subsecretario de Gestión para
aparentar una intención de solucionar el conflicto con nosotros, y en una bochornosa actuación éste funcionario público comenzó la reunión a la que nos convocaron diciéndonos que era nuevo en la gestión y que no conocía la problemática, para después faltarnos el respeto pretendiendo darnos lecciones de moral y laboriosidad, pero sin aportar ninguna solución. Otro becado de la política.-
Ud fue quién instruyó al Dr. Winter para que nos enviara unas ignominiosas cartas documento informándonos que no se convalidaba una licencia psicológica otorgada por profesionales de la medicina, sin siquiera evaluarnos, o peor aun, siendo sólo uno de nosotros evaluado por un funcionario político sin capacidad técnica en el área de salud mental y además amenazandonos con sanciones legales. Un claro ejemplo de su ánimo persecutorio. Y el Dr. Winter, ya sin ningún tipo de dignidad ni honorabilidad cumplió su rol de fiel servil traicionando su palabra, que hoy no tiene más valor que el sonido que
genera al pronunciarla. Pero pero aun, por aferrarse a su cargo le ha dado la espalda a sus compañeros de trabajo y a la comunidad en la que vive y de la que vive.-
Nuestra vocación con la Salud Pública va más allá de los funcionarios que
circunstancialmente ocupan cargos públicos, pero es claro que hoy no están dadas las condiciones para que podamos desempeñar nuestra labor en el sistema público de salud.
No es posible trabajar con fatiga extrema, como pretenden obligarnos a hacerlo, porque una persona fatigada comete errores, y nuestros errores se pagan con vidas, aunque Ud.
Sra. Ministro no le importe la vida de ninguno de los habitantes de Esquel y la Comarca Andina que dependen de nuestro HZE.-
No podemos trabajar por salarios que no se condicen con nuestra responsabilidad y con las condiciones de trabajo que una unidad de cuidados intensivos impone, porque no nos permite satisfacer nuestras necesidades elementales para sostener nuestra salud mental.-
No podemos trabajar mientras exista una voluntad política de precarizar nuestras condiciones de trabajo y las de nuestros compañeros de trabajo, de todas las áreas y servicios del HZE.-
Sepa Sra. Ministro, que Ud. podrá tener el poder de decidir destruir la salud
pública como lo hace, tendrá el poder de decidir la precarización de los trabajadores, pero no tiene ni tendrá jamás el poder de disciplinarnos con su actitud prepotente. No podrá jamás comprar nuestra dignidad ni nuestro compromiso con la Salud Pública.-
Nosotros honramos nuestros principios, y renunciamos a nuestro cargo con la
firme convicción de haber dado hasta la última gota de sudor por la Salud Pública, por el Servicio UTI del HZE y por nuestros pacientes. A Ud. la juzgará la historia como lo que es: la ominosa responsable del aniquilamiento de la Salud Pública de nuestra provincia en general y de la ciudad de Esquel en particular.-
Queda Ud. debidamente NOTIFICADA.-
