Es una de las aves más bonitas del bosque de Patagonia, que camina y anda a los saltos por el suelo en las partes más densas del bosque. El nombre hace referencia a su canto inconfundible en el silencio del bosque. Por ello es muy difícil de observar y hay que ser muy paciente. Es más común escucharlos por su fuerte canto, algo así como “chuu, chu-chu-chu-caou” y variaciones. Popularmente se cree que anuncia la suerte a quien lo escucha. Hace sus niditos cavando en el suelo a fin de invierno, y pone de 2 a 3 huevos relativamente grandes. El chucao es omnívoro, se alimenta de insectos, hormigas, etc. y se ve donde se alimentó porque el suelo esta revuelto. Al volar poco, vive todo el año en el mismo rincón del bosque siendo muy territorial, que lo avisa con su llamativo canto. Es un ave inquieta y acrobática.
Mide cerca de 18 cm con las partes superiores de color café oscuro, con un tinte café rojizo en las aves viejas. Las bridas, la garganta y el pecho son de color café rojizo. El vientre es gris, con barras irregulares negras y blancas. Las patas son largas y fuertes. La cola está generalmente en posición vertical. Vive en bosques densos y húmedos y entre las cañas colihue.
Generalmente se le encuentra a nivel del suelo, saltando entre los palos y las ramas. Es sumamente curioso, ágil y precavido. Lo vas a escuchar permanentemente en los bosques cordilleranos, y si tenés suerte lo vas a poder ver. Pero desde algún lugarcito entre los arroyos rodeados de cañas y densa vegetación, seguramente él te estará observando a vos.
NOMBRE CIENTÍFICO: Scelorchilus rubecula
Escuchá el canto del Chucao:



