Su nombre es Fabriciano Segundo Medrano pero toda la vida le dijeron “Chano”. Aprendió el oficio de relojero desde los 8 años, fue sodero y carpintero con Gino Pasquini, aunque lo más insólito fue cuando cuidaba ranas. No te pierdas esta historia de vida contada al estilo de Noticias de Esquel
Historia de vida
En el primer tramo de la conversación «Chano» nos contó sobre su vida de niño en el Barrio Buenos Aires y la importancia de su madre en su historia familiar.
Oficio de relojero
Si bien realizó a lo largo de su vida y desde muy pequeño varios trabajos, “Chano” es reconocido por su historia como relojero. Acerca de los inicios en ese oficio nos contó lo siguiente.
Pastorear ranas
Desde los 8 o 9 años empezó a trabajar cuando no había agua de red y se debía bombear a mano para llenar los tanques. De noche reparaba relojes y durante el día sacaba ladrillos en lo de Austin o vendía arena cargando y descargando a pala los camiones, además trabajó en Huerta y Campo. Pero lo más insólito fue cuando «pastoreaba» las ranas del Dr. Rehermann. Las tenía que cuidar, darles de comer y mojarlas en el verano para que no se les seque la piel. Al terminar el día las guardaba en sus jaulas.
Señora llegó el sodero
Otro de los oficios emblemáticos de Medrano fue repartidor de soda y fabricando gaseosa, para la sodería “Luisita” de la esposa de Gino Pasquini. Fabricaban gaseosas de sabor cola, tónica y también naranja. El reparto de hacía con carros tirados por caballos. Luego se fue a trabajar a la carpintería de Gino Pasquini, hasta que el relojero Crettón le pidió a Gino si “Chano” podía ir a trabajar con él. Después de 20 años con Crettón lo convocó Darío Bujer que era el yerno de Crettón, para que fuera a trabajar a la terminal de ómnibus como ordenanza y sereno.
Fundación del Club Belgrano
Más adelante volvió a recordar a su madre como una de las fundadoras del Club Belgrano. También evoca la presencia de la canilla comunitaria, donde los vecinos del barrio Buenos Aires buscaban agua cuando en Esquel no había redes.
Relojería propia
Recordó también Medrano la época en que puso su propio taller de relojería, primero en uno de los locales de Valbuena en calle 9 de julio antes de Roca y luego en 25 de mayo al lado del ACA Automóvil Club Argentino. Allí trabajó hasta que llegó la crisis del 2001 cuando los alquileres comenzaron a subir, hasta que llegó al minera a Esquel y lo alquileres aumentaron aún más.







